Volcada en el ladrillo
La bonanza del sector inmobiliario se convirtió en un canto de sirena para Caja Castilla La Mancha. Los beneficios se multiplicaban y silenciaban a un tiempo todos los malos augurios que anunciaban un frenazo del sector. El ministro de economía, Pedro Solbes, lo ha advertido: la caja "no fue suficientemente cauta" en sus inversiones y concentró muchas en el sector inmobiliario, principal afectado por la crisis en nuestro país. "No estamos hablando de una mala gestión de uno u otro gestor, sí podemos hablar de una gestión inadecuada en el sentido de que la caja no ha sido suficientemente cauta a la hora de invertir en el sector de la construcción", ha señalado Solbes.
Sin dinero, sin liquidez
El perfil del presidente de Caja Castilla La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó, es político, no financiero. Un detalle que ha servido para utilizar la entidad como arma arrojadiza en las disputas políticas entre PP y PSOE. En la discusión, se aireó la delicada situación financiera de la caja, que provocó una fuga de depósitos. La gente, como puede que ocurra tras el anuncio de la intervención, retiró sus ahorros de la caja, que se ha ido desangrando e hiriendo de muerte su liquidez. Esto es lo que se pretende solucionar con los préstamos del Banco de España y el aval de 9.000 euros del Estado.
Préstamos con cuentagotas
Si la gente se lleva su dinero, la caja tiene que buscarlo en otros caladeros. Y si la gente desconfía, los bancos también. Para cuando Caja Castilla La Mancha empieza a buscarlo ya se ha ganado mala fama y nadie del sector quiere prestarle. El Banco de España ha admitido que la falta de capital regulatorio "es lo que ha aconsejado el cese de los consejeros".
Unicaja, un bote salvavidas que 'pinchó'
Unicaja de Málaga se erigió como lancha salvavidas de Caja Castilla La Mancha. Después de una negociación agonizante, el bote se pinchó el viernes pasado y obligó al Gobierno a tomar cartas en el asunto. El ministro de Economía, Pedro Solbes lo ha confirmado en Hoy por Hoy. "Se habló con ellos para la posibilidad de llegar a acuerdos dentro del sector privado (Unicaja), pero como no se ha producido y como hay que proteger a los depositantes, se ha decidido intervenir. "Los avales que se pedían no se han dado. Estábamos dispuestos a colaborar, pero si la operación era razonable. A lo que no estánbamos dispuestos era a que la fusión metiera en un agujero a Unicaja", han señalado fuentes del Gobierno andaluz al diario EL PAIS.
Sin margen para asumir riesgos
A estas alturas, la caja no disponía del capital mínimo exigido por el Banco de España para realizar préstamos. El mínimo es del 8% sobre el total de los riesgos asumidos y CCM estaba por debajo. El vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, ha explicado que "antes de llegar más lejos es necesario tomar medidas". Y la medida no era otra que la intervención, antes de que la entidad, estrangulada, fuese incapaz de reunir de nuevo el capital suficiente para superar ese mínimo y garantizar sus operaciones.
leer+: cadenaser.com
La bonanza del sector inmobiliario se convirtió en un canto de sirena para Caja Castilla La Mancha. Los beneficios se multiplicaban y silenciaban a un tiempo todos los malos augurios que anunciaban un frenazo del sector. El ministro de economía, Pedro Solbes, lo ha advertido: la caja "no fue suficientemente cauta" en sus inversiones y concentró muchas en el sector inmobiliario, principal afectado por la crisis en nuestro país. "No estamos hablando de una mala gestión de uno u otro gestor, sí podemos hablar de una gestión inadecuada en el sentido de que la caja no ha sido suficientemente cauta a la hora de invertir en el sector de la construcción", ha señalado Solbes.
Sin dinero, sin liquidez
El perfil del presidente de Caja Castilla La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó, es político, no financiero. Un detalle que ha servido para utilizar la entidad como arma arrojadiza en las disputas políticas entre PP y PSOE. En la discusión, se aireó la delicada situación financiera de la caja, que provocó una fuga de depósitos. La gente, como puede que ocurra tras el anuncio de la intervención, retiró sus ahorros de la caja, que se ha ido desangrando e hiriendo de muerte su liquidez. Esto es lo que se pretende solucionar con los préstamos del Banco de España y el aval de 9.000 euros del Estado.
Préstamos con cuentagotas
Si la gente se lleva su dinero, la caja tiene que buscarlo en otros caladeros. Y si la gente desconfía, los bancos también. Para cuando Caja Castilla La Mancha empieza a buscarlo ya se ha ganado mala fama y nadie del sector quiere prestarle. El Banco de España ha admitido que la falta de capital regulatorio "es lo que ha aconsejado el cese de los consejeros".
Unicaja, un bote salvavidas que 'pinchó'
Unicaja de Málaga se erigió como lancha salvavidas de Caja Castilla La Mancha. Después de una negociación agonizante, el bote se pinchó el viernes pasado y obligó al Gobierno a tomar cartas en el asunto. El ministro de Economía, Pedro Solbes lo ha confirmado en Hoy por Hoy. "Se habló con ellos para la posibilidad de llegar a acuerdos dentro del sector privado (Unicaja), pero como no se ha producido y como hay que proteger a los depositantes, se ha decidido intervenir. "Los avales que se pedían no se han dado. Estábamos dispuestos a colaborar, pero si la operación era razonable. A lo que no estánbamos dispuestos era a que la fusión metiera en un agujero a Unicaja", han señalado fuentes del Gobierno andaluz al diario EL PAIS.
Sin margen para asumir riesgos
A estas alturas, la caja no disponía del capital mínimo exigido por el Banco de España para realizar préstamos. El mínimo es del 8% sobre el total de los riesgos asumidos y CCM estaba por debajo. El vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, ha explicado que "antes de llegar más lejos es necesario tomar medidas". Y la medida no era otra que la intervención, antes de que la entidad, estrangulada, fuese incapaz de reunir de nuevo el capital suficiente para superar ese mínimo y garantizar sus operaciones.
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